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El vientre materno, el primer hogar de tu bebé



Sabías que nuestro primer hogar y primera escuela es el vientre materno. Es aquí donde recibimos las primeras percepciones de un hogar cálido, amoroso y estable. A través del cordón umbilical, recibimos el oxígeno y los nutrientes necesarios para la vida. De los pensamientos y sentimientos de la madre recibimos la semilla del amor, confianza y aceptación. El bebé en vientre está en un diálogo continuo con la madre; lo que siente la madre, lo siente el bebé. Es capaz de percibir, procesar, almacenar y dar respuesta a la información que recibe.


La gestación, el nacimiento y los primeros años de vida son fundamentales en el futuro de los hijos. En estás etapas de la vida (desde el feto) se forma el carácter y quedan grabadas experiencias emocionales que nos marcan para siempre. Es importante que la embarazada procure el mayor tiempo posible estar en tranquilidad, paz, relajación. Si por el contrario la embarazada esta en constante “estrés”, ansiedad, angustia, violencia, puede impactar negativamente el desarrollo del bebé. Los sentimientos y los estados de ánimo de la madre esta vinculado a hormonas y neurotransmisores que viajan por el torrente sanguíneo y, a través de la placenta, llegan al cerebro en desarrollo del futuro bebé. Una exposición prolongada a las hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, puede producir aumento de la presión arterial y ritmo cardíaco en la madre y lo mismo en el bebé. Por otra parte, una madre tranquila y relajada, inunda ese mismo cerebro con endorfinas y neurohormonas positivas, como la oxitocina, que favorece la sensación de bienestar en ambos, madre-bebé.






Por otro lado, los hallazgos de la neurociencia confirman que introducir estimulación adecuada al bebé en vientre contribuye al crecimiento y desarrollo eficiente del cerebro, ej, sonidos, ritmos, lectura, entre otros. Sin embargo, más importante aún es equipar el salón de clases prenatal (vientre materno) con lecciones de bondad, amor, confianza. Si el ambiente prenatal está lleno de estos elementos, iremos construyendo un bebé emocionalmente equilibrado. Además, es importante sintonizar la comunicación entre madre- bebé, y viceversa, a través de pensamientos agradables, emociones saludables, acariciar el bebé tocando el vientre.



El papel del padre durante la gestación también es muy importante: 1) debe hacer lo posible por que su pareja se sienta querida, acompañada, comprendida, apoyada, en su proceso de embarazo, y 2) debe iniciar el vínculo afectivo con su bebé, poniendo sus manos en el vientre de la madre, hablándole, cantándole, jugando. Se ha comprobado que si el padre ha entablado esta relación con su hijo(a) durante la gestación, el bebé al nacer reconoce su voz, reacciona con placer en sus brazos, se siente tranquilo(a) con él.


Es a través de ese complejo sistema de comunicación que el bebé en vientre aprende acerca de si mismo, de sus padres y del mundo que le rodea. Es nuestra responsabilidad y compromiso con el bebé por nacer ampliar nuestras actitudes si queremos influenciar positivamente ese bebé en desarrollo. Tener un hijo es la más maravillosa de las experiencias y vale la pena vivirla con toda su intensidad, con todos nuestros sentidos abiertos, ya desde la gestación.


Toda mujer y familia que estén planificando o esperando un bebé deben asumir su papel protagónico y responsable desde el inicio. La educación es indispensable para dirigir ese embarazo y conservar la vida y seguridad del bebé en vientre.




 

Redactado por: Ivette A. Seguí, MPH, LCCE, IBCLC


La autora posee una Maestría en Salud Pública con Especialidad en Salud de la Madre y el Niño, es educadora de parto y consultora internacional de lactancia certificada. Dirige la organización Vínculo Natural.

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