#1 – La producción de leche va a ser mayor mientras más grandes sean los senos y mientras más agua ingieras. ¿Verdad o Falacia? La cantidad de leche que se produce no está determinada por el tamaño de los senos sino, en gran medida por el tejido glandular y el estímulo que recibe con una succión frecuente y efectiva del bebé y/o con un extractor de leche materna. Mientras más estimulas la glándula mamaria mayor es la respuesta de la glándula pituitaria para segregar las hormonas que fabrican la leche materna. A mayor leche extraída mayor cantidad de producción de leche. Por otro lado, la cantidad de grasa que contiene el seno es lo que determina su tamaño, grandes o pequeños, y en nada se relaciona con la producción de leche. Por otro lado, cuando amamantas estás eliminando líquido por lo que es muy normal que el cuerpo te pida reemplazarlo y te da sed, sin embargo, debemos tomar el agua que el cuerpo te indica. Ingerir más agua de lo necesario no tiene nada que ver con aumentar la producción de leche, lo que sí va a provocar es más visitas al baño para vaciar vejiga... #2 - A los bebés lactados hay que suplementarlos con agua, jugo y/o fórmula. ¿Verdad o Falacia? La leche materna está hecha a la medida para tu bebé, con todos tus anticuerpos y células vivas, además de todos los nutrientes perfectos para un crecimiento y maduración óptima del bebé. Por tal razón, los bebés alimentados con leche materna no necesitan otra bebida o comida por los primeros seis meses de vida. Hasta el agua que puedan necesitar, la obtienen durante los primeros minutos en cada toma.
#3 - Cuando amamantas tienes que eliminar de tu dieta muchos alimentos que le pueden
hacer daño al bebé. La mayoría de las madres no tienen que hacer ningún cambio en la dieta. Solo se recomiendan cambios en la dieta de la madre cuando el bebé es diagnosticado con algún tipo de reflujo o alergia. Para esto la madre debe ser dirigida por un nutricionista especialista en lactancia materna. #4 – La leche materna es muy “liviana” y no sostiene tanto al bebé como la de “formula”. La leche materna está compuesta por más de 200 componentes, entre ellos vitáminas, enzimas, grasas, agentes protectores, hormonas, anticuerpos y componentes inmunológicos. Los nutrientes están en las proporciones exactas para el bebé; las proteínas, grasas y carbohidratos son de naturaleza humana lo que facilita su absorción y fácil digestión. Esto contribuye a que bebé necesite mamar cada 1 ½ a 3 horas, además, le ofrece una protección contra el desarrollo de alergias. Por otro lado, la estimulación frecuente y eficaz inicia y mantiene una buena producción de leche materna en la madre y satisfice completamente las necesidades nutritivas del bebé. A medida que bebé va creciendo, los períodos de descanso entre tomas pueden ser más prolongados. Cada bebé es diferente y establece su propio ritmo de acuerdo a su necesidad, y no significa que la leche no le sostiene. Por otro lado, la leche artificial o de formula está basada en leche de vaca con unas proteínas grandes, de origen animal, muy cargadas para el estómago del bebé. Muchos de ellos resultan intolerantes y hasta tienen que probar varias leches en corto tiempo buscando alguna que le asiente mejor. Las tomas en biberón son más rápidas ya que bebé no tiene control del flujo de la leche y muchas veces tienden a tomar mayor cantidad de la capacidad de su estómago. Esto ocasiona sobrellenado y pudieran dormir más cantidad de tiempo, sin embargo, puede representar un riesgo a su salud; obesidad, enfermedades respiratorias, alergias, diabetes, entre otros riesgos. Además, afectará la produción de leche de madre pués, leche que no sacas es leche que no produces. #5 – ¿Tengo que dejar de amamantar si estoy tomando algún medicamento? La mayoría de los medicamentos no constituyen un riesgo ya que menos del 1% de la dósis llegará al infante y no es necesario suspender el amamantamiento. Se han hecho estudios que han probado que los medicamentos comunes como analgésicos, muchos antibióticos, medicamentos para el asma, alergias, alta presión, antiácidos, depresión, entre muchos más son compatibles con la lactancia. La recomendación SIEMPRE es evaluar con tu médico y consultar las guías/libros validados de medicamentos-lactancia. Si hay algún medicamento que no se tenga mucha información, siempre se pueden buscar sustitutos más seguros, sin necesidad de suspender la lactancia. Para el caso de las drogas que sí están contraindicadas se deben seguir las recomendaciones médicas y tomar una decisión informada. Si necesitan consultas, clases de maternidad no duden en escribirnos por mensaje directo o al email infovinculonatural@gmail.com
Redactado por: Ivette A. Seguí, MPH, LCCE, IBCLC
La autora posee una Maestría en Salud Pública con Especialidad en Salud de la Madre y el Niño, es educadora de parto y consultora internacional de lactancia certificada. Dirige la organización Vínculo Natural.